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Dos nuevas grúas portuarias eléctricas

12/08/2019

El puerto de Baiona ha recibido dos nuevas grúas portuarias que se han instalado en ambas riberas del estuario del río Adour. Se trata de una inversión estratégica que tiene como objetivo el incremento y el desarrollo del tráfico portuario.

Dos grúas portuarias eléctricas que vienen a reforzar el parque de estiba de la instalación vascofrancesa

Es preciso remontarse al pasado 11 de abril de 2018, cuando el presidente de la Cámara de Comercio e Industria (CCI) de Baiona-País Vasco, André Garreta, firmó con Leopold Berthold, director general de Liebherr, el acuerdo de adquisición de dos grúas portuarias para el puerto de Baiona por un montante de 9 millones de euros.

La compra de ambas máquinas ha sido posible por la colaboración entre la Región Nueva Aquitania, representada por el presidente de su consejo portuario, Mathieu Bergé, y la CCI de Baiona, concesionaria del puerto. El acuerdo contempla un apoyo financiero a la explotación de 1,67 millones de euros por año. Cabe recordar que la Región Nueva Aquitania es la propietaria del puerto de Baiona y que la CCI es la concesionaria para su explotación y comercialización por delegación del servicio público.

Aumento de la capacidad de carga

Construidas en Alemania, ambas grúas llegaron por vía marítima al mismo tiempo, completamente ensambladas, y se descargaron y colocaron sobre sus raíles en los muelles de las zonas portuarias de Anglet-Blancpignon y Tarnos.

Una vez realizados los test de carga, las nuevas grúas entrarán a formar parte del parque de maquinaria del puerto de Baiona en el mes de septiembre.

Así, la nueva grúa GR 15 (una LIEBHERR LPS 550) a situar en Tarnos, está dotada de una capacidad de elevación de 124 toneladas. Por su parte, en Blancpignon se instalará la nueva grúa GR 21 (una LIEBHERR LPS 420) capaz de elevar hasta 60 toneladas.

Con esta nueva inversión, el puerto de Baiona refuerza su potencial de manipulación portuaria y renueva el utillaje y la maquinaria con el objetivo de equipar a cada una de sus terminales con soluciones de altas prestaciones para la estiba.

De esta manera, el puerto de Baiona se dota de nuevas capacidades de elevación y será capaz de atender buques más grandes y manipular cualquier tipo de mercancías, desde graneles, a contenedores pasando por carga convencional, e incrementando la posibilidad de tratamiento de mercancías pesadas y/o sobredimensionadas, que, actualmente, sólo pueden ser tratadas en la terminal de Saint Bernard.

Tarnos y Blancpignon amplían su oferta de servicio

En la zona portuaria de Tarnos,la nueva grúa (GR15) se utilizará principalmente en las operaciones necesarias para la importación y exportación de siderúrgicos, específicamente, los producidos por Laminoirs des Landes.

Los muelles de Tarnos dispondrán así de 4 grúas dedicadas a la manipulación de cargas pesadas y graneles industriales  En la ribera opuesta, la nueva grúa (GR21) se dedicará a la carga y descarga de azufre, madera y fertilizantes. Blancpignon, una zona portuaria dedicada también al tráfico de contenedores y de graneles sólidos y líquidos, estará ahora equipada con dos grúas.

Con esta nueva inversión, el puerto de Baiona refuerza su potencial de manipulación portuaria y renueva el utillaje y la maquinaria con el objetivo de equipar a cada una de sus terminales con soluciones de altas prestaciones para la estiba. De esta manera, el puerto de Baiona se dota de nuevas capacidades de elevación y será capaz de atender buques más grandes y manipular cualquier tipo de mercancías, desde graneles, a contenedores pasando por carga convencional, e incrementando la posibilidad de tratamiento de mercancías pesadas y/o sobredimensionadas, que, actualmente, sólo pueden ser tratadas en la terminal de Saint Bernard.

EL PUERTO DE BAYONA, UN PUERTO ADYACENTE A LA CIUDAD

El puerto de Baiona es el primero en Francia en obtener la Triple Certificación y una de sus preocupaciones es el mantenimiento del medio ambiente.

Es por ello que se ha querido que las nuevas grúas sean eléctricas (como ya lo son el resto de las ya existentes), aunque ello ha supuesto un sobrecoste de un millón de euros. La CCI y el puerto de Baiona reducen así la huella de carbono en la actividad portuaria, orientado a minimizar el impacto ambiental, preservando la biodiversidad, la flora y la fauna, y logrando un clima más favorable en la población adyacente a las instalaciones portuarias.

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